Nuestro gozo y privilegio es exaltar a Dios a través de la adoración y la alabanza personal y congregacional, buscando una relación espiritual continua de intimidad en la presencia de nuestro Señor Jesucristo quién dijo:

“Dios es Espíritu, y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que le adoren.”

Juan 4:24

Entendemos y creemos que la alabanza es fe en acción, porque cuando cantamos y alabamos, estamos exaltando y glorificando el santo nombre del Señor, quien es digno de toda adoración.

“Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia.” Salmos 107:1

Mientras adoramos y alabamos a nuestro Dios, todo yugo se pudre, las cadenas se rompen, y los enemigos huyen por causa de la unción de su Santo Espíritu. La adoración y la alabanza son el lenguaje de la fe.

“Por tanto, a ti cantaré, gloria mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.”

Salmos 30:12, Salmos 149